05 Ago Innovación al servicio de la comunidad
Recuperar el legítimo derecho de los habitantes a tener una buena calidad de aire, así como a mantener una economía estable, cuyos gastos no se disparen en invierno por los gastos en calefacción, son los principales objetivos del equipo que dio vida al filtro MPzero.
La contaminación atmosférica es un problema latente, que hasta ahora no ha podido ser resuelto eficientemente. Uno de los factores que la ocasiona, es el uso de leña como principal combustible de calefacción en el país, y aunque es un hecho que su uso resulta perjudicial, sigue siendo el método más económico y popular en los hogares chilenos, sobre todo en la zona centro sur del país.
Además de preferirla por su disponibilidad y bajo precio, predomina en los hogares chilenos por su fuerte componente cultural, tras una tradición arraigada al uso de leña en comunidades del sur, en las que incluso el diseño de viviendas gira en torno a este elemento de calefacción. Prueba de ello es que un 81% de los chilenos la prefieran en sus residencias.
Sin embargo, sus desventajas radican en los altos índices de contaminación que provoca, que además de resultar perjudiciales para el medio ambiente, se traducen en dificultades para que los habitantes de las zonas más saturadas, puedan desarrollar actividades al aire libre de manera normal; en definitiva, se coarta su derecho legítimo a tener una buena calidad del aire.
Por ello, fieles a su objetivo de mejorar la vida de sus compatriotas, un equipo de profesionales de la Región del Biobío, decidió buscar un método que disminuyera las emisiones contaminantes, sin implicar grandes costos. “Así llegamos a MPzero, un filtro eléctrico, económico y de fácil instalación que, de forma segura y limpia, captura el material particulado emitido por las estufas a leña, e impide su liberación en la atmósfera, permitiendo el acceso a un calor económico, limpio y sustentable para todos los chilenos”, cuenta Ricardo Soto, Arquitecto.
Para los jóvenes, la necesidad de generar cambios positivos en su entorno fue un motor. Es por ello que pese a su corta edad, decidieron unir esfuerzos bajo un mismo objetivo: llevar a cabo proyectos con alto valor “Potencial”. “Nos dimos cuenta, como muchos, que la universidad es una burbuja y tiene mucho trabajo por delante en lo que se refiere a conectar a sus estudiantes con el entorno, con las necesidades y con los sueños de las personas. Esto hace que muchos duden respecto a si tienen o no las herramientas para hacerlo, pero en el último tiempo, y debido al auge de apoyo a la innovación y emprendimiento por parte del gobierno y entidades privadas, se ha ido rompiendo esa barrera, sólo hay que atreverse”, sostiene Eduardo Burboa, Ingeniero Eléctrico del equipo.
En este marco es que postulan a “Impacta Energía”, que tras elegirlos como uno de los ganadores, les da la oportunidad de concretar sus deseos de colaborar con el desarrollo del país; mismo objetivo perseguido por los patrocinadores, según lo evidenciaran las palabras de Juan Felipe López, Director Ejecutivo del laboratorio de Gobierno, que durante la ceremonia de premiación, definió el certamen como “una forma de proyectar políticas públicas con foco en las personas y desde las personas”, además de resaltar que se trataba de una experiencia única tanto para el Gobierno como para los emprendedores.
En las experiencias que han tenido con usuarios, los profesionales señalan que éstas varían según el rango etario y la condición socio económica. “Aunque algunos son reacios a probar e implementar nuevas tecnologías, la gran mayoría tiene un fuerte sentido de protección y cuidado del medio ambiente, por lo que están dispuestos a innovar y adaptarse a tecnologías más limpias, económicas y amigables con el entorno. Eso nos motiva ya que tenemos claro que como profesionales nos hacemos cargo de un rol social. En mi caso, desde la arquitectura lo que buscamos es humanizar las respuestas para que éstas coincidan y se adapten a las rutinas y formas de habitar. Nuestro fin máximo es ese, por eso estamos felices de poder materializarlo”, explica Ricardo Soto.